Una forma diferente de conocer Perú

 

Día 1

Llegamos a la mítica ciudad de Cusco mi mamá y yo, desde el momento en el que te bajas del avión empezamos a sentir la altura ya que esta ciudad se encuentra a 3400 msnm. Llegando al hotel nos recibieron con un delicioso té de coca que resultó ser la forma más efectiva contra el mal de altura.

Dejamos las maletas y salimos a turistear por las plazas coloniales y sus calles, desde el primer momento apreciamos que varias construcciones tenían influencia inca y española. Nos encontramos a nuestras primeras alpacas y llamas estaban divinas.

 

Día 2

El segundo día llegaron unas amigas de mi mamá y aprovechamos para tomar el city bus que nos llevó a un mirador increíble y tuvimos nuestra primera ceremonia inca para agradecerle a Pachamama. 

En la tarde ya teníamos hambre y aprovechamos para conocer el restaurante Limbus bar. Aunque te dire llegar ahí no es tan fácil tiene una subida trabajosa pero las vistas valen la pena, la comida es deliciosa y hasta producen su propia cerveza. Aprovechamos para pedir varios platillos típicos como ceviche peruano, lomo salteado, leche de tigre y alpaca. ¡Escucharon bien!

Después llegamos al hotel donde íbamos a tener el primer briefing del Salkantay Trek ahí conocimos a nuestros dos guías Sam y Jenny nos dieron nuestras maletas para el viaje y los palos de treking que aún no lo sabíamos pero se convertirían en nuestros mejores amigos, durante la aventura.

 

Día 3

Nos levantamos a las 4 de la mañana con nuestras maletas y todo lo necesario para el viaje: chamarras, botas, bufandas, guantes, etc. E iniciamos nuestro camino a la montaña, fueron aproximadamente 3 horas con una parada a desayunar que obvio nunca faltó el tè de coca. Vimos increíbles paisajes en el camino pero igual ya se veía que iba a ser desafiante más que nada por la altura. 

 

Nos bajamos de la van y nos trasladamos a Soraypampa(3900m.s.n.m) , el primer campamento. Caminamos aproximadamente 4 horas ahí pasamos por ríos, montañas ya se podía ver los nevados al llegar  nuestro primer campamento nos dieron de comer delicioso y ya recuperando las fuerzas emprendimos camino a la Laguna de Humantay. Ahí estaba la opción de tomar cabaño ya que era muy empinado y rocoso el trayecto.

 

Después de 2 horas de treking llegamos a la Laguna de Humantay que es catalogada como una de las más bonitas del mundo y aprovechamos para tomar fotos y video; Jenny la guía nos explicó la importancia de la Laguna. Ya era tiempo de regresar y aunque ya estábamos cansados lo hicimos lento pero seguro.

Llegamos a los campamentos y ya nos esperaba nuestra cena con opciones veganas, café caliente y té (fue la noche más fría de todas).

 

Día 4 

Al día siguiente fue el día más pesado porque íbamos a ir a la montaña de Apu Salkantay aproximadamente 4 horas de camino y 2:30 en cabaño. Nos levantamos a las 4 am desayunamos y ya estábamos emprendiendo camino. Debo decir que los paisajes han sido los más hermosos que he visto en mi vida sacados del Señor de los anillos o Game of thrones. El camino no fue fácil debo de decir que fue desafiante. Más porque había momentos en que los caminos eran reducidos y el barranco estaba muy cerca. Al llegar valió la pena tuvimos suerte porque al estar en la cima vimos un cóndor, el ave sagrada inca. En Abra Salkantay llegamos a los 4600 msnm un verdadero reto porque se siente la falta de oxígeno.

 

Ahí el guía Sam nos explicó la importancia de las montañas en la cultura inca y cómo han sido veneradas por milenios. Igual agradecimos a la Madre Tierra por permitirnos llegar a la cima. También nos contó que antes de la pandemia se cayó una parte de la montaña sobre una laguna y esto provocó un aluvión que destrozó todo a su paso incluyendo casas. Los restos de este desastre natural nos acompañaron todo el camino de bajada. Creo que esta fue la parte más dura. A la mitad del camino nos esperaba nuestra comida. Ya todos estábamos muy cansados pero teníamos que continuar a nuestro segundo campamento. Debo de decir que pasamos por todos los climas posibles: nieve, montaña, bosque, selva, ríos, acantilados, cascadas y más. Ya en la última parte aceleramos el paso para que no nos agarrara la noche. Cuando creía que el camino no podría ser más difícil pasamos el último acantilado que debo de decir si me dio miedo, pero todos en el grupo lo logramos. 

El segundo campamento fue en tiendas de campaña y la cena ya nos estaba esperando. 

 

Día 5

Al día siguiente estábamos muy cansados y tuvimos la opción de hacer una parte del camino del valle Santa Teresa en una van. El camino era tierroso y el acantilado a un lado. Ahí vimos ríos, cascadas, plantaciones de plátano, aguacate y orquídeas silvestres. Debo de decir que es increíble. La van nos dejó al otro lado del río entonces pasamos un puente y llegamos al tercer campamento, un verdadero paraíso. En la tarde nos dirigimos a unas aguas termales para relajarnos y recargar fuerzas para el día siguiente.

Aprovechamos la noche para tomar cervezas cusqueñas, hacer una fogata y contar leyendas típicas de la región. 

 

Día 6 

Al día siguiente fuimos caminando a una plantación de café en donde la señora Gloria nos explicó todo el proceso y pudimos ser parte de él moliendo nuestro café y recogiendo la fruta; vimos la importancia de hacer turismo responsable y apoyando a la comunidad local. Después nos dirigimos a cruzar el río pero esta vez de una forma cero convencional, fue en una especie de canasta de metal en donde Sam nos empujaba de un lado y del otro jalaban la cuerda. ¡Muy divertido!

Nos subimos a la van pasando por Hidroeléctrica está nos dejó al inicio de las vías del tren rumbo a Aguascalientes, nos detuvimos en un restaurante local y después iniciamos el trekking de 3 horas. Lo increíble es que ya empezábamos a ver parte de machu picchu. El paisaje era hermoso lleno de ríos, selva y vimos pasar el tren en 2 ocasiones. Llegamos en la tarde noche a Aguascalientes y cenamos porque al día siguiente nos esperaba Machu Picchu.

 

Día 7 

Nos levantamos a las 5 am porque teníamos el pasaje a las 6 am. Esta vez tomamos el bus. Cuando llegamos a Machu Picchu estaba cubierto de nubes pero pasó un ratito y empezó a salir de entre las montañas la increíble ciudadela. Fue un momento mágico. Sam nos dio toda la explicación de una forma muy interesante y pudimos explorar cada rincón de este, parecía un sueño.

 

Ya para terminar el viaje comimos en un restaurante donde estaban tocando música andina, hasta mi mamá se puso a bailar. Para terminar caminamos un poco por Aguascalientes y nos dirigimos a la estación del tren para irnos rumbo a Cusco, para descansar para la última aventura que faltaba.

 

Día 8 

Con la energía que nos quedaba nos levantamos a las 4 am para ir rumbo a la Montaña de 7 colores, que esta a casi 5000 metros de altura. Primero pasamos a un desayuno buffet en un pueblito cercano y después nos dejaron cerca de esta instagrameable montaña.

 

Fueron 2:30 para llegar, por suerte no sufrimos tanto ya nos habíamos acostumbrado a la altura y llegamos a la cima (sin entrar en muchos detalles) obvio tomamos muchas fotos y nos explicaron que el color de esta montaña se debe a los minerales que tiene.

Bajamos la montaña y nos dirigimos a Cusco a descansar porque al día siguiente era nuestro vuelo a Lima y de ahí a Cancún.

 

Es un viaje que llevaré siempre conmigo en donde te enseña a valorar la naturaleza y tenerle respeto, a desconectarnos de la tecnología y vivir el momento, que un paso aunque sea lento te llevará a lugares increíbles.

Gracias Perú fuiste increíble definitivamente las palabras no me alcanzan para describir cada parte de este viaje, en donde la comida, los paisajes, las personas tienen toda una historia milenaria detrás.

 

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